En 2025 se conmemora el 200 aniversario de la independencia del Alto Perú y el nacimiento de Bolivia como Estado, ocasión que la Gran Logia de España quiere aprovechar para un agradecimiento histórico a la Gran Logia de Bolivia por los lazos fraternales que han unido y unen a la masonería de ambos países. Recordamos en este boletín la acogida a los hermanos españoles que huyeron de la Guerra Civil y la represión franquista y que fueron recibidos en Bolivia, donde pudieron levantar columnas y seguir trabajando.

La emigración del Gran Oriente Español a Iberoamérica

En 1939, el Gran Maestro del Gran Oriente Español, Lucio Martínez Gil, mantenía informado al Presidente de las Cortes Republicanas, Diego Martínez Barrio, de los pasos que estaba dando en favor de los hermanos que habían huido de la Guerra Civil y que llegaban a Francia.

En una primera carta del 14 de marzo de 1939 (recogida en el Centro de Documentación de Memoria Histórica, en el Fondo ‘Lucio Martínez Gil’), Martínez Gil informa a Martínez Barrio que ha abierto una oficina en Toulouse mientras no consiga trasladarse a París. Le indica que se ha dirigido a todas las Grandes Logias americanas y también a todas las embajadas que tienen representación en Francia pidiendo ayuda económica. Les informa de que la ayuda sería para cubrir el coste del traslado a Iberoamérica. Los masones con militancia en algún partido político lo tendrían cubierto por el partido, pero en la mayoría de los casos no sería así.

La carta de Lucio Martínez Gil relata que Cataluña ya había sido tomada por las tropas franquistas y que se preparaba el asalto final a Madrid para final de mes. Sus dos principales ocupaciones eran: evacuar a los masones que ya estaban en Francia a los países iberoamericanos y rescatar a los que permanecían en Madrid.

Otra línea de cartas hace referencia a que al margen de lo que pudiera hacer el gobierno republicano, la masonería española debía desenvolverse por ella misma y dirigirse a las Grandes Logias de México, Colombia, Bolivia, Cuba y Venezuela.

El exilio en Bolivia

Algunos de los masones exiliados a Bolivia se ubicaron en la ciudad de La Paz. Después de haberse integrado en la masonería paceña, junto a otros hermanos bolivianos constituyeron una logia a la que denominaron Respetable y Meritoria Logia Hispano Boliviana nº17 al Oriente de La Paz en fecha 12 de octubre de 1942. Según dice su Carta Constitutiva sus trabajos masónicos se desarrollarán dentro del Rito Escocés Antiguo y Aceptado bajo los auspicios de la Gran Logia de Bolivia, fundada el 20 de febrero de 1929. El Cuadro de la Logia de la Tenida de Instalación estaba compuesto por 10 Maestros Masones ocupando los Oficios de la logia y 1 Maestro Masón, 1 Compañero y 3 Aprendices en las Columnas.

Con motivo de su 75 aniversario, la Respetable Logia Hispano Boliviana editó en 2017 el “Libro de Diamante, 75 Aniversario, 1942-2017”, en el que se recoge la historia de la logia a lo largo de esos 75 años.

Quien entonces era el Gran Maestro de la Gran Logia de Bolivia, el Muy Respetable Hermano Jorge Arce Escobar escribió en la presentación:

Años alrededor de los 40, en los que vivió el pueblo Español severas restricciones de todo orden que alcanzó a la Masonería, prohibiendo su existencia, declarándola asociación clandestina contraria a la Ley, siendo confiscados sus bienes, determinándose leyes penales contra sus miembros, y es en estas circunstancias que familias de masones españoles migran a las américas y entre los países que los acogen está Bolivia y muchos de ellos en la ciudad de La Paz, hermanos que tocan las puertas de nuestra masonería y son recibidos con entusiasmo y calor fraternal dando lugar a  la fundación de una nueva logia… …Existieron hombres con ideas que contrastaron con esa barbarie; ideas de paz, libertad y tolerancia que soñaban con un mundo libre de tiranos… Ese grupo selecto de esclarecidos e ilustres masones fueron nuestros fundadores: españoles, bolivianos y un chileno, paladines de la Utopía… La logia permitió dar albergue a los que sufrían perseguidos por sus ideas masónicas, víctimas de la opresión, el fanatismo y la ignorancia.

En el libro encontramos información de interés ya que los hermanos que formaron el primer Consejo de Administración de la logia Hispano-Boliviana: Jacinto Forés Lafuente, José Royuela Albo, Rafael García García y Severo Iriberry dieron pasos para entablar relaciones con el GOE.

De otro lado se señalan las numerosas acciones de colaboración boliviana con el gobierno de la República, que están recogidas en el libro de Actas de la logia. Entre otras, la influencia que trataron de ejercer los Senadores, Diputados, la Cancillería y la Universidad Mayor de San Andrés para salvar la vida de los políticos españoles Casares Quiroga, Largo Caballero y otros más detenidos en Francia por las tropas alemanas con la intención de ser deportados a España. También se recoge el agradecimiento que la logia cursó al presidente de la República Española en el exilio por las distinciones que otorgó a un exiliado ilustre que se había ubicado en Bolivia, el general español Vicente Rojo (Acta del 25 de octubre de 1942).

Por estas fechas, la Respetable Logia Hispano Boliviana está preparando su programa de actividades para sumarse, el próximo mes de agosto, a las actividades culturales que se van a realizar en el país para confraternizar ambas culturas, la española y la boliviana.

 

R.H. José Luis Corral

Gran Secretario de la GLE