El pasado 01 de marzo del año en curso, la comunidad masónica de Galicia desde los Valles de A Coruña revivió un momento de índole histórica: la realización del primer Ritual de Bautizo Masónico de Luvetones en la región después de casi 135 años. Esta sesión, realizada en Tenida Blanca como acto público, estuvo cargada de simbolismos y significados, marcando el renacimiento de una festividad masónica en el noroeste de España, contribuyendo directamente al mejor conocimiento de nuestra Institución y reafirmando el compromiso de la Respetable Logia Renacimiento nº 54 con la preservación de nuestros Rituales y Ceremonias.

Después de un largo tiempo sin atenderse un acto de Adopción de Luvetones, fue indispensable desempolvar, consultar e hilar dentro de un repertorio de Liturgias Oficiales de este y otros Orientes, sobre la realización de la Ceremonia del Bautismo Masónico, con el fin de concebir un documento ritual que cuidara en detalle los procesos de la fiesta mencionada, ajustando las características del evento a los tiempos actuales. La razón de nuestro deseo consistió en respetar la trascendencia del compromiso que implica para el Taller la concesión de esta gracia, procurando una sesión de trabajo digerible e interesante desde el punto de vista de los visitantes, madres de familia y Luvetones.

 

 

¿Qué es un Luvetón?

 En el contexto masónico, Luvetón es el término utilizado para referirse a los hijos e hijas de los masones, quienes, desde su nacimiento, son considerados parte de la Gran Familia Masónica. En virtud de esta expandida práctica de fraternidad entre los miembros de la Masonería, con el objeto de admitir formalmente a los hijos de los masones, se lleva a cabo un acto de Bautizo o Adopción a petición de los padres. Dicho acto, simboliza una primera iniciación a los misterios, constituyendo al niño o niña en un Luvetón de su respectivo taller.

El Bautizo Masónico no es un ritual obligatorio, aunque merece ocupar toda nuestra atención, puesto que simboliza la bienvenida de un nuevo miembro a la comunidad y la exaltación de los valores Masónicos como la fraternidad, la igualdad y la búsqueda del conocimiento.

 

Un evento histórico

 La Ceremonia tuvo lugar en la sede de la Respetable Logia Renacimiento n.º 54 en los Valles de A Coruña, bajo la dirección del Venerable Maestro Manuel Pato. La ceremonia del Bautizo fue ejecutada por el Venerable Hermano Gibrán Herrera, y contó con la presencia de masones de diversas Logias de otros Orientes, así como de una distinguida cantidad de visitantes y familiares, quienes se unieron a presenciar este momento único.

Previa preparación y decoración de la Logia con abundantes flores en los sitiales y cintas blancas adornando espléndidamente el Oriente y las Columnas. Se dio comienzo al acto con la recepción mediante bóveda de acero, de una procesión simbólica de los visitantes guiada de la mano de los Hermanos Maestro de Ceremonia y Primer Experto, seguida de una breve locución de bienvenida del Venerable Maestro. Posteriormente, se procedió al bautizo de los Luvetones, donde se utilizaron elementos tradicionales como el agua, símbolo de purificación, y la luz, representando la iluminación del conocimiento. Cada niño recibió un ramo de flores, como emblema de nuestro cariño y alegría.

 

Significado del Ritual

Este ritual no solo representa la continuidad de las tradiciones masónicas, sino también la revitalización de la masonería en Galicia. Después de más de un siglo de ausencia de este tipo de ceremonias, su realización demuestra el resurgimiento de la Orden en la región y su compromiso con las nuevas generaciones.

 

Testimonios y Reacciones

Además, el evento sirvió para destacar mediante consulta a un Venerable Hermano de nuestra Logia con conocimiento histórico de la actividad de la Masonería en Galicia, quién recordó las veces que se llevó a cabo recepciones de Luvetones en Galicia:

  • – “Asilo de la virtud nº 68/82”, Ferrol, 1880-1884. Luvetones/as.
  • – “Adalides del progreso nº 396”, Verín, Ourense, 1888. Luvetonas.
  • – “Luz de Finisterre nº 11/04”, Ferrol, 1890. Luvetones/as.

Como Hermano asistente destacó la reafirmación de nuestra identidad como masones y nuestro compromiso con el futuro: ver a estos niños ser recibidos en nuestra fraternidad es un recordatorio de que la Masonería sigue viva y en crecimiento. En un mundo cada vez más globalizado, la masonería sigue siendo un faro de tolerancia y fraternidad.

El primer bautizo masónico de Luvetones en Galicia después de 135 años es un hito que debería quedar grabado en la historia de la masonería española. Este evento no solo celebra el pasado, sino que también mira hacia el futuro, asegurando que las nuevas generaciones continúen llevando adelante los valores y principios que han definido a la Masonería durante siglos.

 

VH Gibrán Herrera